miércoles, 25 de noviembre de 2009

Bryce

A Alfredo Bryce
Por su capacidad para hacernos reir y llorar a la vez

Esta entrevista se la hice a Alfredo Bryce en junio pasado al pie de la orilla del Río Chili. Salió publicada en el diario la República. Esta es la versión completa. Hoy Alfredo la pasa mal. Se ha peleado con todos sus amigos. Para colmo Indecopi ratificó la acusación de plagio. Alfredo pudo haberse equivocado. Pero una carrera brillante y soberbia no puede sepultarse por un error.Aunque en el Perú puede ocurrir cualquier cosa

Soy fiel a mis fantasmas

La Esposa del Rey de las Curvas, libro que presentó en Arequipa, significa el regreso al género del cuento después de diez años

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- Siempre me gustó el género. Para un escritor, escribir cuentos es un desafío, incluso más grande que una novela. Se sabe que la novela es buena aunque tenga caídas, porque unas partes preparan la otra, etc. En cambio, el cuento es un género breve que no puede fallar. Hay que ganarlo por K.O en la novela se gana por puntos y puede ser una maravillosa pelea. El cuento tiene unas reglas muy estrictas… que no están muy en la línea mía. Lo mío es la extensión, el goce de la palabra, el juego de palabras y tampoco me interesa mucho el efecto sorpresa final. Yo lo cuento todo desde el comienzo, y cómo ocurrieron esas cosas.
- ¿Un poco caótico?
- Sí, pues es un poco caótico. Pero la vida lo es. Tratas de meter el desorden de la vida para dar esta sensación al lector de tener unas páginas vivas… Hay
diez cuentos, cinco son largos de la extensión normal de un cuento. donde me encuentro muy cómodo.
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- El cuento “La Esposa del Rey de las Curvas”, uno de los más extensos, se remonta a su historia de su niñez (Bryce le hizo creer a toda la clase que su padre era el Rey de las Curvas)
- El Rey de las Curvas era Arnaldo Alvarado, un gran piloto, un ídolo nacional en la época de mi infancia. Yo lo admiraba enormemente, él tenía un automóvil igual al de mi padre: un Ford 46. Yo era muy niño de siete años y soñaba que mi padre fuera un ídolo semejante a Alvarado. Pero mi padre era todo lo contrario: respeto a las reglas del tráfico, la prudencia, etc. No cumplía los requisitos del ídolo. Entonces mi deseo lo convertí en realidad a través de la invención de un cuento apoyado en hechos reales: la existencia de este hombre, los automóviles, etc. A los compañeros de colegio les hice creer durante un semestre entero que yo era hijo de ese señor. Les contaba cómo corría, cómo preparaba sus carreras. Todo inventado…
- Y con la complicidad de su mamá.
- Con complicidad que se manifestó un día en que ella vino al colegio a buscarme. Todos los chiquitos corrieron a buscarla. Le preguntaron: ¿señora, es usted la esposa de Arnaldo Alvarado? Respondió: “cómo no, si Alfredo lo dice, yo soy la esposa de Arnaldo Alvarado, soy la esposa del Rey de las Curvas”. No quiso fallarme.
- En este libro, hay cuentos con personajes como el primo Rodolfo, el profe Iriarte y Peruvian Apollo, que tienen una mezcla trágica, cómica, ridícula y extravagante. El perfil ya tratado en novelas y cuentos pasados. ¿No teme ser redundante en este tema?
- No, yo creo que trato de formar ángulos y perspectivas muy distintas. Los escritores tenemos algunos temas de fondo, los que resurgen de un libro para otro. Son las obsesiones que predominan en mi obra: los héroes y personajes heridos, el hombre desnudo como un hombre poderoso llorando, fracasando, pero siendo risible, objeto de burla, pero que yo trato con mucho humor y ternura. Ese humor que jamás se burla de nada ni de nadie, sino que se ríe, pero primero se ríe de uno mismo, y se ríe con el mundo, y viene justamente lo que se llama la ironía de Cervantes, que nunca se burló de las debilidades de Don Quijote, sino de sus virtudes.
- Vargas Llosa, anduvo obsesionado con las dictaduras. Luego experimentó con el humor, erotismo y hasta lo policial, etc. En cambio lo suyo, resulta reiterativo
- Bueno sí, creo que eso ya depende del azar del destino de un escritor. Mario ha experimentado muchas cosas, con mayor o menor suerte. Yo siempre he sido fiel a mis fantasmas.
- Otra de las características de su literatura es la forma de narrar las cosas, ir por las ramas y darse cuenta a la mitad del texto que hay que tomar el toro por las astas. Una forma muy peruana de encarar las cosas.
- Uy, yo creo que sí, es peruanísima, no vamos a fondo nunca, o vamos con pases laterales.
- Cómo en el fútbol.
- Nadie tira el gol. Esquivar la responsabilidad frontal. El dribling-para la literatura- te permite conocer más la realidad, jugar con ella, y hacer quiebres y travesuras, que hacen más festiva y más literaria, más humana y más real, tu propia ficción.
- Tributario de Cortázar en ese sentido
- Mucho, claro, porque también escribimos cuentos, deshilachados decía él, y contaba cosas maravillosas, con un estilo que todo parecía no tener importancia.
- En su literatura hay un saqueo autobiográfico, usted mismo inspira a sus personajes. Pero alguna vez dijo que muchas cosas escritas le ocurrían luego en la vida real. Bryce se comporta como los personajes de sus libros.
- Los personajes viven en uno. Lo dominan y lo llenan. Y uno quisiera realmente deshacerse de ellos echándolos al papel. Realmente no podría escribir sino sintiera ese afecto profundo por todos mis personajes. Hasta por los más perversos (…) merecen la misma atención el verdugo y la víctima.
- O sea, sus personajes como su alter ego
- Probablemente sí, algunos de ellos más que otros.
- Y con cuáles se ha sentido más identificado.
- Me sentí muy identificado, precisamente tú lo has mencionado, con Pedro Balbuena de “Tantas veces Pedro”. Ese personaje lo viví con una intensidad muy grande, su desgarradora vida, su capacidad para ser feliz, etc. Mostrarse feliz ante el mundo, como un hombre generoso, que da todo de sí mismo. Me interesaba mucho este hombre que es pura generosidad y sin una pizca de maldad.
- Los escritores han tenido una relación de amor y odio con Perú. ¿ Es el caso suyo?
- No. Siempre me sentí muy bien en Perú. A mi edad, ¿qué es el país de uno?, unos cuántos amigos y unos cuántos paisajes, entonces yo me brindo el lujo de estar con esos amigos, de moverme por los sitios que viajé de niño con mi padre. Y eso me hace muy feliz.
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- Vargas Llosa tiene una visión optimista del país. Que lo ve muy encaminado. ¿Comparte la misma visión?
- No yo no la comparto enteramente. Desearía compartirla, pero no. Para empezar en nuestro gobierno hay una enorme corrupción, y lo que hay es una situación financiera positiva. Pero siempre, te choca la pobreza extrema. Lo mal que está el territorio nacional, las carreteras infames. Todo muy precario.
- ¿Realmente hay una enorme corrupción?
- Bueno, cayó todo un gabinete por corrupción.
- ¿Qué piensa de García?
- Siempre dije que Alan García es un estado desagradable de cosas
- Pero, muchos dicen que maduró
- Hace las cosas de otra manera. Lógicamente no es el caballo loco de la vez pasada. Eso sería cegarse y no querer ver. Hay cosas de esta bonanza que él aprovecha bien. Se hace cosas buenas, pero queda mucho por hacer.
- Usted también fue muy severo con Toledo
- No. A Toledo lo apoyé y defendí siempre. Lo conocí un año en Atlanta en un Congreso de peruanos que vivía en el extranjero, en Estados Unidos, y se acercó a agradecerme, porque yo había dicho cosas muy positivas de su gobierno, y los tres días que duró esa convención estuvimos juntos desde el desayuno hasta la noche.
- Su mirada con respecto a Latinoamérica, a Chávez, a Morales
- Bueno, yo soy defensor a ultranza de la democracia. Me parece que Chávez y Evo Morales encarnan el caudillismo, que es una cosa peor, una gangrena latinoamericana que tuvimos siempre, los dictadores, los caudillos, que siempre acaban mal. No hay excepción, y estoy seguro que estos dos gobiernos acabarán mal. En el caso de Venezuela, que lo conozco más de cerca, la gente está profundamente descontenta. Es pan y circo. La bonanza económica permite las barbaridades que hace este hombre.
- Pero también eso ha sido alimentado por el fracaso de sus anteriores gobiernos
- Desde luego, los gobiernos anteriores a Chávez, fueron gobiernos muy corruptos, presidentes que terminaban en la cárcel, Carlos Andrés Pérez, un ejemplo de ello. Chávez surgió contra eso, pero al final fue peor.
- Usted piensa que Humala es el cáncer terminal
- Es una exageración típica de un escritor. Es lo dicho por Mario, con grandes exageraciones. Pero creo que sí es peligroso. Una regresión, volver a cosas que ya fracasaron.

Bunbury, rey de la melancolía

La canción es de Enrique Bunbury, ex vocalista de Héroes del Silencio. Es una de las mejores de su producción de solista. Te conmueve y te revuelve el alma. Sientes una suerte de picazón en la sangre. Solo una dosis de nicotina aplaca esa ansiedad. Aunque los pulmones asuman el pasivo del monóxido y vayan incubando un naciente cáncer.

AUNQUE NO SEA CONMIGO
A placer,
puedes tomarte el tiempo necesario
que por mi parte yo estare esperando
el dia en que te decidas a volver
y ser feliz como antes fuimos
Se muy bienque como yo estaras sufriendo a diario
la soledad de dos amantes que al dejarse
esta luchando cada quien por no encontrarse
Y no es por eso
que halla dejado quererte un solo dia
estoy contigo aunque estes lejos de mi vida
por tu felicidada costa de la mia
Pero si ahora tienestan solo la mitad del gran amor
que aun te tengopuedes jurar que al que te tiene lo bendigo
quiero que seas feliz
aunque sea a costa mia

sábado, 7 de noviembre de 2009

Depeche, en el recuerdo

Juan Carlos Soto

Guardo la emoción empozada desde el 13 de octubre pasado. Necesito un desahogo entrelíneas. Ese día vi a Depeche Mode, la banda que forma parte del sound track de mi adolescencia. A los británicos andróginos que escuchaba por un cassette maxel de 90 minutos. ¿Se escribe así cassette?. En tiempos de Mp3, Pood, nuestra memoria parece castrar la escritura correcta de las melancólicas cintas que a veces se enredaban en los cabezales de mi grabadora sony.
Luego de un viaje inmisericorde por tierra, más de 15 horas sentado en un asiento de bus entre el aburrimiento y el miedo de morir entre fierros retorcidos, llegué a la grisácea Lima desde Arequipa, la antípodas de la capital por su cielo raso y ese sol abrasador que amenaza calcinar a todos. Del terminal en San Borja fui directo a la cola. Los darks vestidos de negro acordonaban varias cuadras de la explanada del Monumental de Ate. El maquillaje disimulaba bien en ellos las patas de gallo que rayan sus rostros. Y la ropa negra ancha, camufla esas irreversibles panzas cheleras. Ya dentro del recinto, me chupé seis horas parado, colgado de la malla que dividía mi sector, Violator con Music por the Masses.
El concierto arrancó a las nueve y media de la noche. Media hora después de lo anunciado. Al tacho la puntualidad inglesa.Dave Gaham interpetró tres temas de Sounds of de Universe, el último disco de la banda. Sonido y luces perfectas.Pero todo estaba bajo control dentro mío.
“Walking In My Shoes” abre el camino retro en mi cabeza.Con esta canción del álbum Songs of faith and devotion vuelo hasta mediados de los noventa. Muchas imágenes se agolpan con lucidez brutal: Vuelvo sobre mis pasos. La música no solo tiene un poder orgásmico en los oídos. También marca las etapas de cada generación. Brotan los recuerdos: últimos años de universidad, los tiempos de misio, la necesidad de sobrevivencia en una economía de libre mercado. Cada canción tiene su historia audiovisual. En la pantalla plasma instalada en el escenario aletea un cuervo gigante y uno de sus ojos me mira fijamente.
It’s No Good viene con más recuerdos de los noventa. Este tema pertenece al Ultra, el disco en donde los ingleses rompen su convencionalismo instrumental. A la ortodoxia de los sintetizadores, le incorporan guitarras y consiguen un sonido más ecléptico y agresivo.
Viene Precious, tema de Playing The Angel, uno de los discos que los británicos lanzaron en 2005. En la pantalla plasma, se teclea un poema a máquina de escribir. Otra vez la conexión al pasado.
En todos los temas, el público se entrega devotamente. En su emoción mastica un inglés intuitivo. No importa, no es un TOEFL, vale la emoción. Gaham se mueve en el escenario cogiendo el pedestal del micro y aregando. Sus movimientos no son de otros shows, bueno las operaciones recientes parecen haberle quitado arresto físico. Extrañamos a Gaham con el dorso descubierto y chorreando agua. Igual, importa que cante bien.
El momento cumbre llega con Gaham cediéndole la posta a Martin Gore, el compositor principal de Depeche. Este ingles que roza con lo albino se manda con Jezebel y Home, dos preciosas pistas en donde prevalece la voz descarnada y la melancolía. "Te amo Martin", grita alguien y rompe ese momento de comunión. La noche se corona con Behind the Wheel Personal Jesus y Waiting for the Night y Enyoy the Silence. Ahora sí ya puedo morir feliz. Al día siguiente fue una verguenza chequear la prensa local, ninguna crónica detallada del show. La nota fue levantada por una acusación falsa: que Gaham había dicho gracias Chile. Hoy una de las pasiones del periodismo es elegir lo anecdótico. Nunca va al fondo.

sábado, 6 de junio de 2009

domingo, 12 de abril de 2009

LAS MALAS MIGAS CON EL CHINO

Este articulo circula en la edicion regional de La Republica Sur. Dé sus puntos de vista en el blog. Los mejores puntos de vista seran publicados en la edicion del lunes de Republica Sur junto con la segunda parte de la cronica

LA CRÓNICA DE LA ENEMISTAD DE AREQUIPA CON FUJIMORI

Las malas migas con el Chino

Fujimori fue un presidente impopular para Arequipa. La antítesis de lo que sucedía en otras ciudades del país. La rechifla en el estadio de la Unsa y los enfrentamientos en la campaña política del 2000 marcaron el derrotero de una relación tormentosa.

Juan Carlos Soto

17 de octubre

Fiesta en el Monumental de la Unsa. La antorcha bolivariana arde en lo alto de una de las tribunas. Números de gimnasia artística alternan entre sí, bajo un cielo artificial de luces celestes y rojas (…) Los parlantes escupen una versión electrónica del Carnaval Arequipeño. En el césped, mujeres con polleras collaguas y hombres con sombreros de ala ancha, forman una gran ronda. Bailan cogidos de la mano. Levantan las piernas en forma alternada al son del frenético ritmo.
El anuncio del maestro de ceremonias descompone el ambiente de fiesta… “Con ustedes el señor presidente de la República Alberto Fujimori”. Estalla una monumental silbatina. La furia de cuarenta mil aficionados. Entre la rechifla general, apenas se oye: “declaro inaugurado los Juegos Bolivarianos”. El desairado dictador se sienta en su butaca. Guarda en el bolsillo, los esbozos de un discurso frustrado. Ensaya una sonrisa nerviosa. Vuelve a su mirada severa e imperturbable. No refleja ni por asomo la rabia que lo cocina por dentro.
Al día siguiente, la prensa independiente destaca la noticia en portada: Rechifla a Fujimori en Arequipa. Erupcionó el volcán. Una víctima más de la nevada.

22 de mayo del 2000

Faltan seis días para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. El ambiente anda caldeado por las denuncias de fraude y las amenazas del candidato opositor, Alejandro Toledo, de retirarse de la contienda. El gobierno no acepta el pedido para postergar el proceso cuestionado por la misión observadora de la OEA. Alberto Fujimori persiste con su campaña a toda máquina. Esa noche, le toca Arequipa, hueso difícil de roer. En la mente del candidato- presidente vuelven las imágenes del 17 de octubre. Mal presagio son los enfrentamientos de la mañana. Un numeroso grupo de manifestantes en la Plaza de Armas intentó frustrar el mitin. Se opuso a que levanten el estrado desde donde hablaría el Chino. La Policía tuvo que desalojar a los manifestantes con bombas y agua.
Los incidentes de la víspera, retrasan el mitin dos horas. Fujimori, acompañado de Kenyi y Keiko, sube al estrado a las ocho de la noche. “El Baile del Chino” a full volumen acalla las protestas de los opositores. Fujimori sobre la tarima baila torpe. Las botellas y piedras salen disparadas a él. Escudos de goma lo protegen de los proyectiles. Abajo, en la plaza, macera otra erupción. Los contramanifestantes han entrado a la plaza a pesar del control policial en las bocacalles. Solo permitían el ingreso de militantes de Perú 2000 y periodistas. Se tiende un cordón para proteger a la parcialidad oficialista. Pero los opositores avanzan decididos a romper el cerco. Se defienden de los varazos, con los palos de rosa que arrancan de los jardines del recinto. Fujimori lucha contra una amigdalitis que le había apagado la voz. Su discurso fluye ronco. Esa noche, la Plaza de Armas retrató la polarización del país. Un Perú fraccionado en dos por la segunda reelección de Fujimori. Es imposible continuar. El Chino abandona el estrado. Los enardecidos manifestantes se dirigen hacia su caravana. Los efectivos controlan a la enardecida turba con gas lacrimógeno y a varazos, En minutos, la plaza es un escenario de guerra. Revientan bombas. Se nubla toda visibilidad. Entre las brumas del gas picante, el grito de guerra es: si hay reelección habrá revolución”



Estos dos hechos han marcado el derrotero de la pésima relación de Arequipa con Fujimori, acentuada sobre todo en el segundo periodo. La rechifla en el estadio de la Unsa fue un hecho singular, sacado de cuadro. Ese año, ya estaba aceitada la maquinaria para repetir el plato en el 2000. El año anterior, el Congreso daba luz verde a una segunda reelección. Para que no queden dudas, destituyó a tres magistrados del Tribunal Constitucional que opinaron en contra de la Ley Auténtica de Interpretación. Había un sistemático acoso a los medios de comunicación independientes que denunciaban los abusos en derechos humanos y actos de corrupción.
Los opositores al régimen atribuyen la rechifla al estilo dictatorial del régimen.
Los fujimoristas sostienen otra tesis. Y acusan a Juan Manuel Guillén, en ese entonces rector de la Universidad Nacional de San Agustín de emboscar al mandatario esa noche. Meses atrás, entre Fujimori y Guillén, había una historia de desencuentros por la construcción del estadio. El mandatario prometió ayudarlo con dos millones de dólares. Pero el Chino no pudo con su genio, salió a flote en él la yuca y los dólares se convirtieron en dos millones, pero de soles. El rector no aceptó el cheque. Le dijo: “con su plata o sin su plata el estadio se hace”.
También días previos a la inauguración de los Bolivarianos había un clima crispado. Guillén iba a ser condenado junto con 14 rectores por malos manejos en la Asociación Nacional de Rectores. Con un Poder Judicial controlado, se daba por descontada una sentencia desfavorable contra la autoridad universitaria.
Otro hecho también caldeó los ánimos. Una semana antes de la rechifla, Fujimori había llegado a Arequipa para supervisar el avance de la infraestructura deportiva de los Bolivarianos y el encauzamiento del río Chili. Enterado de la presencia del mandatario, el alcalde de ese entonces, Róger Cáceres Pérez, concibió la feliz idea de ir a saludarlo. Fujimori estaba en el colegio Juana Cervantes al borde del río. “Buenos días señor presidente saludó Cáceres y extendió la mano tendida. Fujimori ni lo miró y subió a una de las camionetas que lo trasladaba. Al día siguiente, el desplante fue interpretado como un maltrato a la ciudad personificado en Cáceres. La ironía del destino es que tres años después, Cáceres Pérez pasó por alto el incidente. Y se sumó a la lista de congresista tránsfugas que reclutó Montesinos para conseguir mayoría en el Congreso. Hoy el aún cadáver político no ha resucitado.
La mala vibra empeoró en el 2000. La campaña reeleccionista del dictador provocó hondo desazón. La violencia llegó a las calles en los mitines oficialistas. (Haga sus comentarios de esta nota en elsalmon1.blogspot.com/)


Arequipa quiere ser la Lima del sur


El historiador Jorge Bedregal sostiene que la reacción arequipeña de esa noche también encubrió una protesta por la falta de obra pública importante. El fujimorismo trabajaba solo con los municipios afines. El asfalto de vías y acciones cívicas se concentraron en Hunter Hunter, Paucarpata, Cayma y Selva Alegre, los distritos naranja. Empero, en obras de impacto regional lo único significativo fue la ejecución de la vía Arequipa-Juliaca.
Desde el autogolpe, hubo un gobierno centralista y Arequipa tiene una vocación descentralista. Siente que Lima le recorta sus posibilidades. Sueña en convertirse en una Lima del sur con hegemonía sobre las ciudades vecinas. Con Fujimori eso era imposible, sostiene Bedregal.
El historiador sostiene que la conducta política del arequipeño es apasionado, pero coherente. En el 2000, a pesar de una poderosa maquinaria propagandística, el mistiano de clase media no se tragó la píldora de que sin Fujimori volvería la hiperinflación y el terrorismo. Había una prensa independiente. Bedregal destaca el papel de la radio que con sus excesos a veces ayuda a formar opinión.

El dato

JUEGOS BOLIVARIANOS. Es un acontecimiento deportivo cada cuatro años entre los países que lograron la independencia gracias a Simón Bolívar como su libertador. En 1997, Arequipa fue elegida como una de las sedes.

miércoles, 25 de marzo de 2009

LAURA BOZO AL DESNUDO

EXCELENTE ARTICULO TOMADO DEL UTERO MARITA

CHEQUEALO ES DE JUAN MANUEL ROBLES

Que pase Laura Bozzo
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Por: JUAN MANUEL ROBLES

El show "Laura en América", uno de los más amarillistas y más vistos en América Latina, llevó a su presentadora a convertirse en la más famosa del Perú. El cronista Juan Manuel Robles habló con esta mujer que presentaba personajes desdentados por montones mientras ella luchaba por fingir su mejor sonrisa.

Seamos justos: Laura en América fue un programa legendario. La fina construcción de sus escenarios, la domestica hondura de sus entuertos, la procaz ironía de sus diálogos, la indigencia documental de sus invitados, los llantos precisos, el milimétrico control de los tiempos de cada una de las rabietas de la conductora, la ira incontenible, todo eso era el insumo de una producción que dio al Perú y a su gente la oportunidad de ser famosos en más de veinte países. Porque no hay que ser mezquinos, Laura fue célebre y puso al Perú en el ojo del mundo. De Bogotá a Caracas, de México a Miami. Hasta en La Habana de los hermanos Castro circulan hoy DVD que compilan los mejores episodios de un espacio que, como una gran terapia en vivo, logró que los peruanos sacaran a flote sus más íntimos traumas.

Era julio de 2004 y yo estaba ansioso por verla. Laura Bozzo vivía entonces en la cúspide de la fama, su drama insólito —una mujer encerrada en su propio estudio de TV— concitaba la atención de reporteros de la BBC de Londres, la CNN, Televisa, el New York Times. Todos venían en avión a entrevistarla, a capturar este valioso fragmento de su biografía novelada, a fotografiarla con alguno de los innumerables vestidos de Roberto Cavalli que guardaba en el armario. Ahora era mi turno. Fui a su casa, que era al mismo tiempo el set de grabación y la cárcel en que purgaba condena. Un policía vigilaba en la puerta. Los custodios personales de la diva me pidieron esperar. Luego recibieron la orden. Suba. Laura Bozzo me esperaba en su estudio. Había una foto de Eva Perón, la foto clásica, la que posee una admiradora snob, advenediza, novata. Laura no llevaba maquillaje: tenía el cachete hinchado y eso le daba una asimetría estremecedora que invitaba a frotarse los ojos.

—El dentista acaba de irse, me duele la muela así que termina rápido.

Encendí velozmente mi grabadora, nervioso e intimidado. Era el vozarrón de una diva, el mismo rugido de su frase más célebre: ¡Que pase el desgraciado! Dialogamos y tomé apuntes. De vez cuando, se llevaba la mano a la mandíbula y entrecerraba los ojos, de dolor. En ese entonces, me concentré más en las declaraciones y no le di demasiada importancia al instante del que era testigo, un instante que, con los años, he llegado a considerar poesía pura.

Ella, la mujer que con los panelistas de programa difundió en el mundo la leyenda de que los peruanos no tenemos dientes, estaba sufriendo inenarrables penurias dentro de ese apagado volcán que era su boca cerrada. Por lo general, los panelistas de su reality llegaban al estudio de televisión con ventanitas graciosas en lugar de incisivos y caninos, encías al aire, rosadísimas, libres, porque cuando la vida es dura nadie se anda preocupando por pequeñeces odontológicas: los colmillos se pierden porque no hay para Colgate ni para Listerine, y si un asalto con golpiza incluida no te arranca los dientes, sin duda el tiempo, la miseria, o las pinzas oxidadas de un odontólogo barato lo harán.

Recordé otra vez aquel instante, Laura con dolor de muela, cuando hace unos meses un noticiero de México difundió imágenes de la supuesta caída de la dentadura de la conductora, en una transmisión en vivo por la mañana. Reproducido en cables de decenas de países, aquel no era, sin embargo, el primer papelón de una vida llena de bochornos, cámaras inoportunas y sapos.

***

En el Perú, hay un congresista suspendido 120 días por grabar a sus colegas sin que ellos lo sepan. Ponía cámaras en la oficina. Luego llamaba a la prensa. También le atribuyen la difusión de un video privado en que el comandante general del Ejército de Perú dice: "Chileno que entra, sale en cajón". El hecho provocó un incidente diplomático con Chile. Ahora, el señor Gustavo Espinoza Soto aprovecha el castigo para tomarse un largo descanso en su vivienda campestre. Hace sol. Espinoza Soto es hoy famoso por ser un "loco camarita", una especie de aprendiz de Vladimiro Montesinos (el jefe de Inteligencia de Fujimori). Lo que nadie sabe es que este hombre se estrenó en el arte de la extorsión espía con la hoy célebre doctora Laura Bozzo, hace más de veinte años. El congresista Espinoza se ríe, él no usaría esa palabra tan fea, extorsión, qué es eso, no sea malo.

—Yo solo quería que Laura aprendiera a respetar —dice.

Rebobinemos un poco. Antes de ser una de las conductoras más famosas del continente, Laura Bozzo era un ser humano con necesidades. Sin dinero ni trabajo seguro, se enroló en la política activa. En 1992, fue candidata a concejal de una agrupación política menor de provincia —un partido tradicional ya la había rechazado—, luego de hacer amistad con el líder. Previsiblemente, el grupo resultó derrotado, pero ella obtuvo un sitio como concejal en la Municipalidad. La idea era hacer oposición. Sin embargo, en menos de dos semanas, Laura Bozzo se volvió escudera del alcalde y le dio la espalda a su movimiento, generando la decepción de su líder y la indignación de sus compañeros de lucha, que se sintieron traicionados. Uno de esos compañeros era Gustavo Espinoza Soto. Maltratarlo acremente en las discusiones municipales fue, quizás, el más grande error de la vida de Laura.

Espinoza era un policía retirado sin instrucción universitaria, pero con mucho barrio. Un día, vio a Laura Bozzo salir con un hombre que no era su marido, un concejal que tenía un cargo de confianza en la Alcaldía. La cosa no pasaba de ser un rumor, una sospecha, hasta que alguien le entregó al señor Espinoza la factura de un cuarto de hotel a nombre de la Municipalidad. Entonces, decidió actuar. "Seguí a Laura durante meses, hasta que un camarero me lo confirmó todo. Siempre usaban la misma habitación", dice. Decidió denunciarla delante de todos, factura en mano: "¡Esta señora tiene relaciones amorosas con un concejal de acá y paga con la plata del Concejo!". Laura Bozzo estalló en gritos, destemplada, fuera de control. Al menos cuatro testigos coinciden en señalar que la mujer usó las expresiones "maricón de mierda" y "conchatumadre".

Pero el tema no quedó allí. Un día Espinoza, encontró un VHS. Él asegura que el casete mostraba a Laura con el concejal, en el hotel. "Tenía un vestido amarillo con bolitas negras", evoca. Decidió llevarle una copia a Laura Bozzo para que la viera. Laura lloró y le rogó que pensara en sus hijas. Al verla así, él se dio cuenta de que el asunto era muy delicado. Tuvo compasión. Pero también quería divertirse. Un poco. Así que, desde entonces —y esto lo atestiguan compañeros de esa época— Espinoza llegó siempre a las reuniones del Concejo con un casete en blanco con el rótulo "Laura" en la etiqueta. Era como hacer la reedición cotidiana del experimento de Pavlov: cuando mostraba el casete, la fiera se volvía mansa, dócil.

—Se quedaba quietecita, la pobre.

Muchos años después, en el 2000, los productores de la ya famosa Laura Bozzo pensaron que su exitoso programa debería tener un poco más de dramatismo. Decidieron implementar secuencias de cámaras escondidas que demostraran vívidamente, en la calle, lo que los panelistas querían negar: los maridos infieles aparecerían con la amante en algún parque de amor. Las esposas verían atónitas las imágenes en el set (close up de sus caras atónitas). Las chicas que decían ser buenas en el estudio serían descubiertas en situaciones de chicas malas. Los tipos que juraban ser honestos serían atrapados en cosas turbias. Laura aceptó la idea feliz. Poner en evidencia a sus panelistas le permitía un show delicioso, podría acorralarlos, gritarles, juzgarlos sin piedad y echarlos de su estudio con aquel vozarrón inolvidable: ¡Lárgate de mi set, piltrafa de hombre! ¡Como un perro, afueeeera!?

***

El hombre que se encargaba de la cámara oculta del programa de Laura Bozzo me atiende pero pide no mencionarlo, no quiere líos. Tiene una camiseta del Che Guevara que dice hasta la victoria siempre. Admite que le pagaban bien. Durante cinco años, corrió con una cámara miniDV por los sitios más feos de la ciudad de Lima. Grabó a mujeres infieles, a maridos juguetones, a viejos verdes, a madres que abandonaban a sus hijos en albergues para irse con el amante. Grabó a chicas que seducían a hombres en discotecas y luego les ponían un somnífero en la bebida para robarles. Grabó cientos de horas de imágenes y no sabe cuánto era verdad y cuánto mentira. Él solo oprimía el botón REC.

Cada emisión de Laura tenía detrás una logística de producción compleja y organizada. Un equipo de investigadores buscaba en la ciudad los dramas domésticos más atractivos. Para ello, debían hablar con el siguiente eslabón de la cadena, el "contacto": en cada barrio, siempre había un chismoso o chismosa que se sabía la vida de todo el mundo. Esta persona avisaba a los posibles participantes. A cada participante se le pagaba 100 soles, cifra que se duplicó cuando Laura firmó con la cadena Telemundo. El monto equivale a unos 30 dólares. No parece demasiado, pero en las villas miserias de Lima, como en las de Medellín o las de Caracas, ese dinero sirve, mucho, así que panelistas dispuestos a exponer sus miserias hacían cola.

El asunto se convirtió en un negocio. Llegó a haber más de veinte contactos en distritos marginales de la ciudad, todos puntualmente comunicados. La idea era que los posibles panelistas fueran convincentes, que estuvieran dispuestos a besar en la boca a una desconocida si eso estaba en el libreto, a golpear a otro si así lo requería el conflicto, a llorar con lágrimas reales para que la cámara hiciera zoom.

La prueba final se daba en el estudio. No importaba lo exitoso del casting, era allí que se veía si las cosas fluían. Y ese examen final lo hacía la propia Laura. Estupenda para la escenificación, olía a leguas cuándo un panelista no funcionaba, cuándo un testimonio no conectaba con el televidente. Si eso ocurría, improvisaba un entremés y cerraba el caso antes de mandar a comerciales. En la tanda publicitaria, gritaba a su equipo de producción por no hacer bien el trabajo.

La conductora siempre cuidó con vehemencia la verosimilitud de su programa. Pocas semanas atrás, en México, la producción contrató a actores aficionados para interpretar los caracteres del programa. Al ver los primeros ensayos en el set, Laura los encaró y habló fuerte: "No se pasen. ¡Eso no me lo creo ni yo!". Al final, los actores no recibieron paga alguna, pues el programa nunca pudo grabarse.

***

Laura Bozzo nunca fue una persona fácil. Episodios destemplados pueblan su biografía. Según Susana, su hermana menor, una vez tiró la bicicleta BMX de un amiguito por un acantilado solo porque él la molestaba. También tomó un velero que no era suyo e invitó a navegar a sus amigas, huyendo sola de la embarcación ("ya vengo, chicas") justo antes de que el dueño llegara con las autoridades marítimas. Según propia confesión, le pegó una trompada a una monja de su colegio de señoritas. La primera vez que publiqué una crónica sobre ella —después de visitarla largamente en el arresto domiciliario—, me llamó al celular y habló con esa voz continentalmente famosa:

—¿Para eso viniste hasta acá? ¿Para hacerme mierda?

—No creo que te haya hecho… eso, Laura.

—No, qué va. Me has hecho remierda y soy una estúpida por confiar en hombres como tú. Yo quiero saber los nombres de la gente que te ha hablado estas estupideces de mí. Ahora mismo.

Las divas son difíciles, pero Laura siempre tuvo una predisposición innata hacia el aniquilamiento verbal. Por eso, su equipo de producción se sentía presionado 24 horas al día para obtener resultados. Así, lo que empezó siendo la exposición de nuestras miserias, de nuestras 'polladas' y nuestra inquietante fascinación por los carritos 'sangucheros', terminó siendo también una especie de escuela de teatro donde lo único que importaba era cuán bien actuaba el panelista. El camarógrafo me resume así las cualidades de un invitado ideal de Laura: locuacidad, humor, capacidad de persuasión.

Todo ese material humano debía encontrarse en el precario universo de los que no tienen nada. Los mejores, los más campechanos y dicharacheros, se encontraban en el Callao, zona porteña y brava, pero con mucho sabor y flow. Era difícil confirmar algún dato sobre sus atolondradas existencias. "A veces no tenían el documento de identidad porque lo habían empeñado". Carecían de zapatos, pues en el arenal no los necesitaban, y había que acondicionarles una ducha para que se bañaran antes de sentarlos en el plató.

Y claro, muchos no tenían dientes. Hubo un dilema de producción: maquillar o no maquillar las sonrisas. Ambas opciones tenían sus ventajas y sus desventajas. No maquillar hacía todo más verídico, ayudaba a dar esa impresión testimonial que resultaba en una mezcla de gore, reality y National Geographic. Por otro lado, maquillar las encías con dientes postizos era una rápida solución al problema estético. Sin embargo, sucedió que los panelistas se habían acostumbrado por tantos años a esos vacíos, a esas ausencias bucales, que un par de súbitos dientes de utilería hacían imposible para ellos pronunciar bien la t, la l o la n.

Con el tiempo, los desdentados se hicieron internacionalmente famosos, se volvieron un sello distintivo de la peruanidad (incluso al cantante Gianmarco se lo mencionaron en una entrevista radial en Miami). A diferencia de sus panelistas, Laura Bozzo vociferaba en el set mostrando una dentadura perfecta que solía exhibir también en las sesiones de fotos.

Pero esa sonrisa no siempre fue así de linda. Todo lo contrario. Volvamos a la soleada casa de campo del congresista Espinoza, el "loco camarita".


—Una curiosidad. ¿Cómo era la dentadura de Laura en esa época?

—Terrible. Tenía los dos dientes de adelante picados y negros. No entendíamos por qué no se los curaba, teniendo ya dinero. Era tan… desagradable.


Una compañera del colegio de la diva llamada Jenny confirma el pésimo estado de los dientes de Laura por esos días. Y lanza una sencilla explicación: "Siempre les tuvo pánico a los dentistas".

***

Programa 'Laura en América'. Tema: 'Mi novio me obligó a abortar'. Una chica cuenta en el set que su novio la dejó embarazada y que, al enterarse del hecho, la hizo someterse a un aborto. La chica llora. De rato en rato, las cámaras muestran al novio encerrado en una sala: él no sabe qué está pasando en el set. Después de escuchar a la víctima, Laura dice "¡qué pase el desgraciado!". El hombre pasa y se sienta. Corrobora sin demasiados rodeos lo que dice la chica. Explica que, durante las relaciones sexuales, él no usaba condón porque se "protegía solo". Laura estalla. "¡Y tú crees que así vas a evitar un embarazo, irresponsable infeliz!". El hombre mira al suelo. Laura le dice que continúe. Quiere detalles. El chico dice que trajeron a una señora que podía "resolverles el retraso". El plano sobre su rostro se cierra, y se alterna con una toma de la chica que está escuchándolo llorosa. El novio dice también que la mujer la intervino en una cama, y que luego de unos quince minutos, sacó una bolsa negra.

—¿Y qué había en esa bolsa

—¡Habla!

—Era pues lo que había quedado de la operación.

—¿Qué había? ¡¿Sabes qué era lo que había allí adentro

—Bueno, señorita Laura…

—¡Era tu hijo, miserable, tu hijo!

Cuando salió en México la noticia sobre la supuesta dentadura postiza de Laura, el novio de la conductora, el cantante Christian Suárez (un cuarto de siglo menor que ella), respondió a los medios que la dentadura de la diva era perfecta. "Pregúntenle a su dentista", añadió. Y eso es exactamente lo que he venido a hacer hoy. El dentista de Laura Bozzo se llama Jesús Ochoa y estoy en una de las sucursales de su exitosa cadena de clínicas. Ochoa es un personaje público en el Perú, es el odontólogo que embellece los colmillos de las más lindas vampiresas de Lima. Digamos que deja a reinas de belleza, modelos y actrices con la boca abierta. Ochoa es el responsable de la metamorfosis dentífrica de Laura, la conoce hace años, la defiende.

—El Perú además de nuestro Machu Picchu, nuestro pisco y nuestra comida gourmet se ha hecho célebre porque a los peruanos les faltan los dientes por el programa de Laura. A la gente linda le ha horrorizado eso.

—¿Y en verdad no tenemos dientes?

—La mayoría, no. Esa es la verdad. Vivimos en un país donde existen caries y dentistas 'sacamueleros'. La solución en la odontología marginal ante las caries dental es una extracción. No tenemos que avergonzarnos de eso.

—¿Vio que a Laura se le cayó la dentadura en México?

—Eso no fue así. A Laura no se le salió la dentadura por una sencilla razón, porque ella no usa dentadura.

Laura tiene otra clase de implantes no removibles, afirma Ochoa: coronas fijas y puentes fijos. El doctor Ochoa pone cara de estar hablando demasiado, pero le gusta hablar. Ve mi cara de incredulidad.

—Yo tengo los récords y las radiografías, y podría probar perfectamente lo que digo.

Miro al doctor y estoy pensando lo mismo que ustedes: obtengamos esa lámina traslúcida, fisgoneemos en el tejido óseo interior de la mandíbula de Laura como ella husmeó en la indigencia intestina del Perú. Hagamos porno. Pero en eso el doctor alza la mirada a un punto detrás de mí. Sonríe, amical. Volteo.

Christian Suárez, el novio de la diva, aparece de pronto con un jean y sayonaras negras. A pesar de saber perfectamente lo que hace años escribí sobre la mujer, me da un fuerte apretón de manos. No le digo qué estoy haciendo aquí. Total, cualquiera puede venir al dentista. Cuando se va a otra habitación, el doctor me pide cambiar de tema, cauto, y se ríe con esa sonrisa perfecta, con los dientes blancos y derechitos de un peruano con suerte.
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sábado, 21 de marzo de 2009

Yo digo lo que la gente piensa

Desde niño, lo apodan El Ogro. Un mote que encaja en su discurso incendiario, biliar, insultador, lisuriento e irónico. Andrés Bedoya Ugarteche es el periodista más polémico y controvertido de Arequipa. Desde hace dos décadas, siembra y cosecha tempestades. En los ochenta, el alcalde Cáceres lo declaró enemigo mortal. Bedoya combatía su gestión desde un espacio llamado La Pedrada de Andrés (Canal 8). El Cacique llevó el duelo a las manos y de un puñetazo le voló dos dientes. Me hizo un favor, igual el dentista iba a sacar esas piezas”, sonríe él. A sus 73 años, Bedoya está incorregible. Tiene una columna semanal en Correo-Lima. Sus blancos son los congresistas, alcaldes, curas, militares, los puneños etc. En google hay más siete páginas contra él. Xenófobo, racista, senil son los adjetivos más suaves que cosecha en la web.

Juan Carlos Soto

-Usted es uno de los periodistas más insultados en Internet por las columnas que escribe.
Porque también soy el más insultador. Recibo lo que doy. No puedo quejarme si tiro piedras.
-¿Y porqué da tanto?
Unos dicen que escribo con el hígado y con odio. Yo no odio a nadie. Mi expresión es simplemente de ira. Hay cosas que no soporto. Por ejemplo, no aguanto a los congresistas. Es gente que no tiene el mérito para estar donde está. Salvo dos o tres de los 120. Y ese cuento que los elegimos es mentira. A nosotros nos obligan a votar por unas listas. Si yo quiero elegir a Juan Pérez no está en la lista.
-Una de las acusaciones en su contra es su racismo
Lo desafío a que encuentre una sola frase racista en mis artículos. No encontrará ninguna. Pero sí, cuando me citan fuera de contexto. Una vez yo escribí un artículo contra Antauro Humala y su partido etnocacerista y acusándolo a él de racista. Antauro afirmaba que solo los cobrizos tenían derecho a ser ciudadanos y los blancos y judíos no. Yo sostuve: “que te parece Antaurito si en este momento me vuelvo racista y te digo que eres un indio de m… Inmediatamente me citaron: “le ha dicho indio a Antauro”. Me sacaron de contexto. Yo estaba diciendo: “si yo fuera racista te diría eso (…) Además soy el más mestizo de los mestizos en Arequipa. Tengo sangre collagua, española, judía, árabe y alemana.
-¿Pero cholea a medio mundo?
Utilizo esa palabra en un sentido cultural. Es la calificación para los patanes (…) Un amigo gringo llevó a dos marineros ingleses a su casa que le robaron varias cosas. El dijo: eso me pasa por llevar a gringos cholos. Tu puedes ser un rubio y de ojos azules, pero eres un cholo. Beckman, el futbolista, pintón y modelo es un cholo de m, un retrasado mental. Uno de mis mejores amigos fue Nicomedes de Santa Cruz, el tipo más culto y simpático que conocí en mi vida. Era un negro que escribía unas décimas extraordinarias. También tengo un amigo puneño.
- ¿Puno es otro de sus departamentos odiados. Ataca sin piedad a los migrantes que llegaron a Arequipa?
¿Y porqué no vienen los puneños inteligentes a Arequipa? Los mejores grupitos de jazz aficionados están en Puno ¿Por qué solo vienen con sus quenas? Estoy harto de quenas. Federico More ha sido el mejor periodista peruano y era puneño. Acá viene la gente desempleada en busca de un futuro distinto (…) Nos mandan a “la analfabestia” que trabaja por cuatro reales y le quita el trabajo a los arequipeños.
-Pero la migración es un proceso dado en todas las ciudades. Ellos no tienen culpa
Nadie habla de culpas. Yo lo que digo es que con un poco de esfuerzo podrían asimilarse, a la cultura arequipeña (…) Y es lo mismo que me dicen los chilenos sobre los peruanos. Migran los peruanos que van de ambulantes. Una vez sentí vergüenza ajena viendo un noticiero español; mostraron un parque de Madrid y acusaron a los peruanos de convertirlo en una pocilga. Peruanos ergo inferiores, ergo incultos
-¿Pero alguna vez sostuvo: “ojalá Puno se anexe a Bolivia”?
Un momento, vamos por partes. Lo dije por los aymaras que no se reconocían como peruanos y que querían pasarse a Bolivia. Eso lo declararon dirigentes aymaras. Eso sí es racismo y traición a la patria, pero de parte de ellos.
-También afirmó : “Perú, Bolivia y Ecuador estaban fundidos porque tenían indios”
No recuerdo haber escrito eso. Y si lo hice, tendría que leerlo. Porque me están sacando de contexto. Dije que los tres chiflados de Latinoamérica eran Perú Bolivia y Ecuador. Y los buenos mozos son los argentinos, pero igual de brutos que nosotros. La raza no tiene nada que ver.
-Y no es prejuicioso y racista sostener lo siguiente cuando a dos congresistas quechuahablantes no las dejaron subir a un avión de Iberia: “entre creerles a la trabajadora de Iberia y a las dos congresistas medio hispanohablantes le creo a la primera”.
Si la trabajadora de Iberia hubiese actuado racistamente ya la habrían botado. Lo que pasa es que las congresistas llegaron tarde. Y como ocurre con todos, no las dejaron subir al avión porque el vuelo estaba cerrado. Pero ellas de lo primero que se agarraron era de lo racial. Que las estaban segregando.
-También escribió que los nazistas consideraban una subespecie a los judíos y los latinoamericanos eran peores, sobre todo los cholos
Los nazis consideraban a los judíos como raza inferior. Quien piensa eso no es científico. No hay razas superiores a otras. Pero si grupos humanos que se van quedando atrás. Por ejemplo, los lapones del Norte de Europa, unos rubiecitos de ojos azules, que están en la época de bronce (…)
-¿Usted es fascista. También le han clavado ese sambenito?
Para el comunista, todo el que no es comunista es fascista. Desde niño fui enemigo mortal de Hitler, Musolini y Stalin. Esos tres eran monstruos. El comunista es religioso. Personalmente yo soy ateo.
-¿Porqué tanta polémica por lo que escribe?
Usted es de La República y evidentemente es rabanito (rojo de izquierda) Sino ya lo habrían botado, ríe. ¿Usted no ha leído la columna del director de Perú 21? Esa columna es más aburrida que mi abuelita rezando el rosario. Yo escribo como hablo y por eso pongo groserías. Yo digo lo que todo el mundo piensa. No soy un hipócrita.
-¿Entonces lo mal interpretan?
Yo no sé lo que es ser fascista, pero si eso equivale a ser socialnacionalista, al gobierno de Stalin, no me frieguen pues. Eso no soy. Bueno ni sé que soy. Porque tampoco creo en la democracia, ni la de Estados Unidos en donde los congresistas son corruptos.
-¿Es anárquico?
Yo sí. Siempre tuve problemas con la autoridad. Desde el colegio San José, en donde los curas jesuitas, decían que masturbarse te volvía zonzo y te crecía pelos en la mano. Teníamos que oír la misa todos los días y rezar el rosario. Todo lo sexual era prohibido. Pero yo no. Me tiraba las pajas hasta por gusto. Era el rey, desde los ocho años. El día de mayor horror fue el de la primera comunión, no podía creer que me estaba comiendo a mi Dios (por la eucaristía) Y me preguntaba: ¿no dicen que Dios está en donde partes?, entonces para que me lo tengo que comer y si al final lo voy a defecar. Y cuando explotó la marmita me di cuenta que todo lo que me enseñaron los curas era una inmensa mentira. Ese día me sentí el hombre más feliz de la tierra.
-Muchos ponen en duda sus facultades mentales. Dicen que ya está senil?
Pero por supuesto. También pusieron en duda las facultades mentales de Einsten y Newton.Ojo no me quiero comparar con ellos.
-¿Es fujimorista?
A él le estaré agradecido por haber salvado al Perú del terrorismo y arreglado la economía. Solo por esas dos cosas.
-¿Fue uno de los gobiernos más corruptos?
Todos los gobiernos peruanos hicieron exactamente lo mismo. Sino que no hubo vladivideos. El primer gobierno de Alan, inventaron el dólar MUC y corrompieron a todos los industriales
-Pero Fujimori y Montesinos se compraron todo el Perú, a los medios de comunicación
¿Acaso a la República o al Comercio? No a todos. Pagaron a los sobornables
-¿Pero no recuerda. Usted en ese espacio de televisión que tenía criticaba duro a Cáceres Velásquez, el alcalde que según la gente robaba pero hacía obra. Con Fujimori no es lo mismo
Solamente le agradezco que haya arreglado la economía y que Abimael sea presidente del Perú. En el Perú no hay honestos, se escoge entre ladrones.
-Usted es primo de Montesinos. Esa familiaridad no influye en su simpatía política
Yo no tengo ninguna simpatía por Montesinos ni de vainas. Lo he visto pocas veces. Pero yo ya sabía que era un grandísimo. Merece todos años de cárcel